Las doce cruces de Bonares han exaltado la tradición del municipio

Bonares se ha hecho gloria, cantes y vivas con sus cruces de mayo este fin de semana. Y es que no solo es una fiesta tradicional con dos siglos de historia, sino que está considerada como Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía. Además, justificado. Bonares cuenta con doce cruces hermanadas y este fin de semana ha celebrado sus días grandes.

El sábado, en torno a 6000 personas acudían al romerito de la Cruz de la Calle Larga y a la vuelta se presentaban ante los padrinos salientes y entrantes, aquellos que tomarán el cargo el próximo año.

Antes, el tradicional romero venía a lomos de un burrito y tras esparcirlo ante la Cruz  del Rincón, la primitiva de las doce, en torno a doscientos carros y decenas de caballos se presentaron ante los padrinos y el simpecado de la Cruz de la Calle Larga. Y los vivas cayeron, incluso alguno en versión cantada, como la de la sevillana compuesta por sus amigos.

Al final de la noche, los padrinos se intercambiaban la vara que anunciaba el paso de mandato a los de la Cruz de la Calle El Pozo.

El domingo amanecía con más devoción crucera. Desde primera hora de la mañana, vecinos y visitantes se reunían en la iglesia para celebrar la misa. Y a poco más de las doce del medio día comenzaban a salir las cruces al compás del himno nacional.

Las cruces, como doce hermanas procesionaron por el pueblo para disfrute de su gente, aquella que siempre está o vuelve por estas fiestas.

Aunque, sin duda, lo más espectacular son las “cabezás”, las reverencias a la Cruz del Rincón, la más antigua. Sin duda, cita a la que merece la pena asistir.

Ahora, una vez finalizadas las fiestas, Bonares ya se prepara para el año siguiente en el que la protagonista será la Cruz de la Calle El Pozo.