WWF alerta de ‘casos críticos’ de extracción de agua ilegal en Doñana y recibe ‘menos del 20%’ de aporte natural

La organización ecologista WWF ha presentado este martes el informe ‘El Robo del Agua en Doñana’, un informe en el que identifica los ‘casos más críticos’ de la extracción ilegal de agua, ubicando más de un centenar de extracciones ilegales de agua por medio de mapas y fotografías en el Parque Natural, por lo que las marismas de Doñana ‘reciben menos del 20 por ciento de los aportes naturales de agua’.

En rueda de prensa, la responsable del Programa de Aguas Continentales de WWF España, Eva Hernández, ha señalado que, ‘según la Junta de Andalucía, sólo en el área fresera de Doñana hay 1.000 pozos ilegales –2.000 según los propios regantes– y que tan sólo un tercio de la superficie regada cuenta con los permisos necesarios para el uso del agua’.

Por su parte, el responsable de WWF en Doñana, Juan José Carmona, ha desgranado las zonas donde se identifican estos puntos como son la cabecera de la Rocina, donde ‘se concentran 50 pozos y siete balsas ilegales en zona forestal y cuyo arroyo ha perdido el 50 por ciento de su caudal en 30 años’.

A su vez, ha citado el arroyo de La Cañada que alberga más de 30 infraestructuras de riego a lo largo de cinco kilómetros; el área de Matalagrana en Almonte, que sufre continuos descensos del acuífero que ya han sido denunciados por diversos organismos internacionales, y la zona de los Hatos que ‘extraen, al menos, 11 hm3 de forma ilegal, lo que provoca acusados descensos del acuífero’, una acción que cuenta ‘con sentencias firmes desde 2008, pero que siguen sin ejecutarse’.

Por último, ha señalado la laguna protegida de Las Madres que cuenta con, al menos, ‘dos tomas de agua sin autorización y acumula denuncias desde hace seis años’.

El documento incluye las investigaciones de campo realizadas por WWF en estas zonas, que dejan al descubierto la existencia de numerosas infraestructuras ligadas al ‘robo del agua’: pozos, balsas de riego, zacayones, tomas directas de arroyos y lagunas, entre otras.

DOÑANA ‘A LAS PUERTAS DE LA UCI’

La responsable del Programa de Aguas Continentales de WWF España ha asegurado que si Doñana fuera un paciente ‘afortunadamente no está en la UCI pero sí a las puertas’, no obstante ha insistido en que el mensaje “”no es que Doñana está muerta, sino que está grave y hay que actuar porque seguir como hasta ahora, es insostenible’.

Por todo ello, WWF ha pedido a las administraciones que pongan fin ‘al robo del agua en Doñana’, para lo cual la organización propone que éstas inicien acciones legales contra las extracciones e infraestructuras ilegales, como el cierre de pozos, la apertura de expedientes sancionadores, entre otros; elaborar un Plan de Extracciones del Acuífero; terminar y aprobar el Plan Especial de la Corona Forestal; la aplicación de otras medidas de gestión y ordenación por parte de las administraciones públicas como acciones de ahorro de agua, la concienciación de los agricultores y otras acciones como ayudas y etiquetas de calidad condicionadas al uso legal y eficiente del agua, o mejora en los métodos de control.

En este sentido, Fernández ha explicado que la situación de sequía incide en la extracción de agua ilegal, indicando además que ‘no hay un control de la cantidad con la que se está regando a cada hectárea’.

A su juicio, la extracción intensiva ‘y en muchas ocasiones ilegal’ del acuífero desde los años 80 está provocando situaciones ‘tan significativas como la reducción de hasta el 90 por ciento de las descargas de agua a las marismas de Doñana’. Del mismo modo, ha señalado que tanto el uso ilegal del agua, como sus graves consecuencias ambientales son conocidos desde entonces, y así puede comprobarse en numerosos informes de la administración y de expertos y organismos internacionales como Unesco.

Además, ha incidido en que la extracción ilegal del agua crea ‘una grave situación de competencia desleal entre los agricultores que cuentan con todos los permisos y los que lo hacen sin autorización y de forma gratuita’.

Para Eva Hernández, ‘el robo del agua tiene unos grandes costes ambientales, sociales y económicos que superan con creces su supuesto beneficio económico’, por lo que ha matizado que ‘no se puede seguir permitiendo que unos pocos se beneficien de un bien público a costa de la destrucción de los ecosistemas y compitiendo ilegalmente con otros usuarios legales’.

La organización ha presentado también una llamada a la acción en forma de aplicación interactiva que da la oportunidad a los internautas de criticar esta situación a través de las redes sociales.