La declaración de sobreexplotado del acuífero de Doñana no ha dejado a nadie indiferente. Es una situación que preocupa en Almonte. Por eso, su alcaldesa se reunió ayer con las seis comunidades de regantes del municipio para trazar una hoja de ruta que frene esta consideración. Y es que según la alcaldesa ese debería ser el último paso a tomar pues, desde que hace cinco años se aprobase el Plan Especial de Ordenación de los Regadíos, la situación del agua en Doñana ha mejorado considerablemente. Por eso, pide diálogo para evitar esta circunstancia.
Los agricultores también piden diálogo a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y que valoren las consecuencias negativas que esto podría tener para la economía de Almonte, un municipio eminentemente agrícola y ganadero, muy preocupado además por la conservación de Doñana. Tanto es así, que esta localidad ha renunciado en numerosas ocasiones a su crecimiento y desarrollo con tal de preservar Doñana.
Lo cierto es que, desde que se aprobó el Plan Especial, se han puesto en práctica numerosas fórmulas para garantizar el desarrollo sostenible y el equilibrio en Doñana. De entre todas, la reciente aprobación de la Ley del Trasvase es una de las más destacadas.
De ahí que, la alcaldesa, acompañada de los regidores de los municipios afectados por este asunto, se reunirá el próximo 20 de febrero con el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para pedirle personalmente que reconsidere este asunto que tanto preocupa en el Condado.