La familia mantúa y los muchos vecinos venidos de puntos colindantes, se volvieron a emocionar, un año más, con la salida procesional de la Patrona manzanillera por el recinto del Valle.
Unas fiestas con tradición en el municipio, y que han ido evolucionando a lo largo de los años, tal y como pusieron de manifiesto los vecinos que acudieron a la velada procesional.
Mujeres con sus trajes de flamenza, hombres con chaqueta, niños ilusionados… Todos querían verla de cerca y no perderse la salve que cantaron los grupos manzanilleros “Calle Santa María” y “Zalema”.
Además de la salve en honor a la Señora, y como tributo a Pepe Peregil, los 50 años de patronazgo oficial de la Virgen, fue otro de los ingredientes a destacar.
Manzanilla volvió a hacerse valle de lágrimas y emociones, al compás de su Patrona.