El 24 de mayo, festividad de María Auxiliadora, se pospone, en La Palma, a la primera quincena de junio. Y todo, como consecuencia de la tradición crucera existente en el municipio.
Por ello, el pasado sábado, María Auxiliadora procesionó por las calles de la localidad, entre el clamor, devoción y cariño de sus fieles y devotos.
Una tradición que se remonta al 10 de noviembre de 1.961, cuando los salesianos hicieron parada en La Palma y fundaron la Archicofradía.
La procesión de la Santísima Virgen ha sellado el conjunto de actos y cultos que se viene desarrollando, y de entre los que han destacado la novena, exaltación, besamano o traslado.
Una tradición sentida muy de cerca por los palmerinos.
La Palma volvió a dejar claro el fuerte apego que se tiene por María Auxiliadora.