No pudo ser. El “efecto Ángel López” no podía durar para siempre, y el Recreativo vio cortada en Las Palmas su buena racha de resultados de la manera más dolorosa. Un 2-1 se antoja un resultado muy alejado de lo que habían hablado los pronósticos en la previa, sobre todo, teniendo en cuenta que los albiazules visitaban el feudo del colista.
En los primeros 45 minutos el Recre no compareció. Su rival no parecía un filial con una media de edad sonrojante frente a una plantilla ´decana´ con jugadores experiementados en sus filas, y los insulares llevaron el peso del juego y del marcador. Un juego muy descafeinado de los de Ángel López, que en ningún momento se adaptaron al césped artificial, hacía presagiar un tanteador de escándalo.
En la grada, el presidente Manolo Zambrano veía con cara de pocos amigos el juego de un equipo que, en el día de ayer, no fue capaz de jugar a otra cosa que no fuera el patadón hacia arriba. De poco sirvió la charla en la caseta, ni los cambios en los segundos 45 minutos, porque las llegadas de los blanquiazules nunca incomodaron a un Las Palmas Atlético que jugó demasiado cómodo todo el encuentro. Una ocasión rematada fuera por Boris en las postrimerías del segundo tiempo y paren de contar. Ese fue el triste vagaje de un Recreativo romo en el ataque que se volvió a la panínsula de vacío.