Bonares comenzaba su fiesta grande con el tradicional pregón, en esta ocasión, de la Cruz de las Cuatro Esquinas. Una iglesia repleta de vecinos que escuchaban las palabras de Mª José Martín.
Tras el acto, los tamborileros de la localidad hacían su paseíllo hasta la capilla de la cruz protagonista, la de las Cuatro Esquinas, seguidos de la multitud que admiraron la obra de exorno de José Antonio Chacón.
Un patrimonio, el de estas fiestas de Bonares, reconocido por la Junta de Andalucía, y que el Ayuntamiento quiere hacer hincapié en expandir hacia el turismo exterior.
Pero el sábado, el turno fue para los bonariegos que, como turistas, hacían la ruta de las doce cruces en el tren de la Oficina de Turismo.
Momentos de cante y baile, pero, sobre todo, de hermandad, en una fiesta que se vive desde el “compromiso y la vecindad” según la pregonera de este año.
A partir de ahora, Bonares está en fiestas y la ruta turística en marcha para todo aquel que quiera participar de ellas.