La Hermandad del Nazareno de Manzanilla tiene un nuevo reto: construir una casa hermandad. Hasta ahora, han guardado los enseres en casas que les han cedido sus hermanos. Y para lograr construir un lugar propio han elaborado el sistema de las huchas-premio con las que pretende aunar la solidaridad de sus vecinos.
Cada hucha lleva asociada varios números que les permitirán participar en el sorteo semanal, aunque el mayor incentivo debe ser colaborar con esta hermandad joven.
También tienen abierto otro frente: la construcción del palio para la Virgen, el que cose cada día altruistamente una de sus hermanas. Pero la hermandad ha diseñado otra forma de permitir la colaboración de todos.
Iniciativas participativas y cuyo fin podrá ser disfrutados por todos, haciendo la Semana Santa manzanillera aún más grande.