El Consejo de Participación de Doñana analiza los 39 proyectos que optan a las ayudas para el desarrollo sostenible del Parque

El Consejo de Participación de Doñana ha analizado hoy en la Comisión de Trabajo de Desarrollo Sostenible los 39 proyectos que se han presentado a la convocatoria de subvenciones destinadas a fomentar el desarrollo sosteni-ble en las áreas de influencia socioeconómica del Parque Nacional de Doñana.

En concreto, la Consejería de Medio Ambiente ha destinado un total de 659.017,57 euros para esta partida, si bien pueden incrementarse con las aportaciones presupuestarias procedentes de la Administración General de Estado.

Esta línea de ayudas, enmarcada en la Orden de 31 de mayo de 2011 por las que se convocaron subvenciones en las áreas de influencia socieconómica de los parques nacionales de Doñana y Sierra Nevada, está dirigida tanto a iniciativas públicas como privadas en estos enclaves protegidos que promuevan su desarrollo socioeconómico y la conservación de su patrimonio natural.

En concreto, para el área de influencia de Doñana se han presentado 39 proyectos. De ellos, 26 corresponden a iniciativas presentadas por entidades sin ánimo de lucro, particulares y empresas que han presentado proyectos orientados a la conservación y restauración del medio natural y al fomento de actividades económicas, relacionadas con la prestación de servicios, atención a los visitantes y turismo o comercialización de productos naturales y artesanales. Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente ha registrado 13 solicitudes formuladas por 4 ayuntamientos del área de Doñana.

Las ayudas que se concedieron en 2010 beneficiaron a más de un cen-tenar de ayuntamientos, mancomunidades, empresas y particulares de estos espacios naturales.

Las actuaciones que se han subvencionado han estado relacionadas con la modernización de las infraestructuras urbanas y rurales; con proyectos de divulgación de los valores e importancia de los parques entre la población local y del entorno; con actividades de formación y sensibilización en materia medioambiental; con la eliminación de impactos, tanto ambientales como culturales; con la preservación de prácticas y usos tradicionales que sean compatibles con los fines de los parques; y con el mantenimiento de las construcciones y la arquitectura propias de la zona, especialmente aquellas que tienen un valor histórico-artístico.